sábado, 21 de febrero de 2015

40 AÑOS DESPUÉS EL GOBIERNO DE BACHELET TODAVÍA "DEBATE" SOBRE "EL BIEN Y EL PECADO" EN RELACIÓN AL ABORTO...


CHILE: Por el aborto sin CARATA: acerca de tu informe en SEMIAC.

X Marta Zabaleta
Mi carta estuvo en principio dirigida a Tamara Vidaurrázaga, a raíz de que leí un informe de ella con respecto al proyecto presidencial acerca del aborto terapéutico por tres causales, y que ella publicó con SEMIAC en Cuba.


Querida Tamara:
Con respecto al informe que presentaste al SEMIAC sobre el proyecto de aborto terapéutico en Chile, estoy de acuerdo con alguien que mencionas, a saber:

Sin embargo, al menos este proyecto repone lo que existía en Chile antes de que la dictadura prohibiera el aborto en todos los casos. Lo que resulta relevante es que, por fin, se abra de manera pública el debate y al que esperamos las feministas ser convocadas.

Aunque muchas feministas - creo yo- no necesitamos 'ser convocadas'. La brillante Adriana Gómez, por ejemplo, ha hecho explícito el sentir de muchas mujeres con conciencia crítica de género, que abogamos por el aborto sin restricciones.

En Chile, y en muchos otros lugares del mundo, en efecto, muchas mujeres feministas ya hemos expresado nuestro profundo descontento con un proyecto presidencial que más parece emanado de, y ceñirse a… Debo decir que las recientes normativas de las NU sobre el aborto, aunque se trata de un derecho esencial, son estrechas y fueron ideadas por una mujer médica pediatra. Reclamo pues, que se legitime en Chile, normalice y legalice este derecho esencial de las mujeres; necesario en especial para aquellas que no tienen como pagar por abortos, sanitarios y seguros.

Esa fue una de las reivindicaciones que las estudiantes del Frente de Mujeres Revolucionarias del MIR, introdujeron en sus agendas de lucha de la Federación de  Estudiantes  de Concepción en 1972.

Puedes imaginar, por tanto, el profundo desconsuelo y la rabia que me da, ver que más de 40 años después, todavía se debaten en Chile entre el cielo y el infierno, el bien y el pecado...

Por eso pensé en compartirlo con vos y otras compañeras interesadas en el problema, este breve comentario al envío de esta semana del SEMIAC.

Con sincera solidaridad feminista,te abraza
Marta, Coordinadora  Grupo de Trabajo de CEISAL


Al pie de mi enlace, Victoria, encontraras la CORRECTA  respuesta de Tamara a mi carta; también un excelente artículo/comentario que recibí de una ex alumna de Cauquenes, Maule, que es periodista: LEER ESTE ENLACE

También algo que publiqué ayer con respecto a Brasil y el aborto: LEER EL ENLACE


Espero que puedas contribuir positivamente a esta lucha sin tregua que es responsabilidad de todas. Y que algunos chilenos hombres también apoyan.
Abrazos, Marta


DECLARACIÓN MUJERES POR EL ABORTO LIBRE EN CHILE (BARCELONA)



Nuestra declaración
X Beatriz Cantero
Somos un grupo de chilenas que vivimos en países donde se garantizan los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. 

Manifestamos nuestra indignación por la situación que se vive en nuestro país en relación al derecho al aborto. Nuestra legislación presenta un atraso preocupante, pues es uno de los 7 países del mundo que no considera en ningún caso la interrupción voluntaria del embarazo como parte de los derechos de las mujeres, como sí lo hace la mayoría de los países a nivel mundial. Esto genera una grave desigualdad entre países y entre mujeres, pues sólo aquellas que podemos viajar al extranjero vemos reconocido este derecho que se nos niega en Chile.
 
Consideramos que es urgente avanzar hacia la construcción de un país donde todas las mujeres vean respetados sus derechos y opciones, sin presiones y en condiciones de sanidad adecuadas. El estado chileno, al no reconocer el aborto viola las decisiones individuales de las mujeres.
Para que en Chile las mujeres tengan las mismas opciones de decidir que aquellas que vivimos fuera de nuestras fronteras, y para avanzar hacia una legislación que garantice plenamente nuestros derechos, manifestamos nuestro compromiso de trabajar para:

- Visibilizar la situación de menoscabo que la ilegalidad del aborto implica para los derechos de las mujeres.

- Visibilizar los aspectos positivos de la legalización del aborto, dando a conocer en Chile la realidad de las mujeres en los países en que este derecho se garantiza.

- Incidir políticamente a nivel nacional e internacional para promover el cambio legislativo en Chile.

- Apoyar los procesos de transformación que se impulsan en el país para legalizar el aborto.

Mujeres por el Aborto en Chile (Barcelona)

MANIFIESTO: DECLARO HABER ABORTADO, NO A LA LIBERTAD VIGILADA...



MANIFIESTO  DE LAS  343
Enviado X Su Conejeros/El Ciudadano
En Francia cada año un millón de mujeres  aborta en peligrosas condiciones, a causa  de la clandestinidad a la cual  se ven condenadas.  Esta operación, efectuada en medio hospitalario, no presenta mayores riesgos. El destino de estos millones  de mujeres es silenciado. En consecuencia yo declaro formar parte de ellas. 

Declaro  haber  abortado.
De la misma manera que  exigimos la contracepción libre, reclamamos  también  la libertad   de abortar.

Aborto
Esta  palabra  expresaría y limitaría, de una vez por todas, la esencia del combate feminista. Ser  feminista es luchar  por el  derecho al aborto libre y gratuito.

Aborto
Al parecer este asunto sería una cosa de mujeres. Al igual  que la cocina  y los paňales, es decir algo sucio por definición. Luchar  por el aborto  libre y gratuito pareciera ser, además, una cosa tan irrisoria y mezquina…Porque siempre debe haber  un olor a hospital, a cocina, o a caca detrás de las mujeres.
Nuestras  emociones ligadas a nuestra lucha por el aborto libre son  complejas. Ellas  demuestran la dificultad  que tenemos  en asumirnos, a  convencernos de que vale la pena combatir por nuestros derechos. A diferencia de los otros seres humanos, nosotras no tenemos el derecho a disponer de nuestro cuerpo. Sin embargo, el vientre  es nuestro.

El aborto libre y gratuito no es nuestra  única  plataforma de lucha. Esta demanda es simplemente una exigencia elemental. Si no se la toma en cuenta, el combate político no puede ni siquiera comenzar. Recuperar, reintegrar nuestro propio cuerpo constituye para nosotras, las mujeres, una necesidad  vital. De frente  a la Historia nuestra situación  es bastante singular: en  una sociedad  moderna, como la nuestra, somos  seres humanos a quienes  se les prohíbe  disponer  de sus   cuerpos. Una situación  que en el pasado sólo  los esclavos han  conocido.

Este escándalo se perpetúa  en permanencia. Todos los años  hay 1.500.000  de mujeres  hundidas  en la desesperación y  la vergüenza. Entre ellas hay  5000   que  mueren. Sin embargo, el orden moral de nuestra sociedad  no se ve  perturbado en  absoluto.

Quisiéramos gritarlo en voz alta
El aborto libre y gratuito significa: cesar en el acto de avergonzarse de su cuerpo, poder  por fin  sentirse libre y orgullosa  de él (al igual de todos aquellos  que  tienen un buen un  empleo).Dejar de sentirse avergonzada por el hecho de ser mujer.

Un ego desmenuzado, desperdigado, hecho añicos: está es  la impresión íntima  que  resiente  una mujer cuando debe hacerse un aborto clandestino.

Ser  siempre una misma. No sentir más el miedo a ser “tomada», a ser  aprisionada  en una trampa. A sentirse desdoblada, impotente, con esa especie de tumor incrustado  en nuestro ser. La idea de librar este combate me estimula. Si lo gano, a partir de ese momento comenzare a sentirme dueña  de mi  misma. Y no del Estado, de una familia, o de un niño  que no deseo.

Esta lucha nos permitiría controlar el flujo de nacimientos. Como cualquier otro productor, las mujeres deben poder controlar su producción. Utilizar  este control implica  transformar  radicalmente las estructuras mentales de las mujeres. Y una  transformación, igualmente radical, de las estructuras de la sociedad.

1) Yo hare un  niño, si  tal es mi deseo y  no sufro  ninguna presión moral. Ninguna  institución, o imperativos de orden económico, deberían  obligarme  a hacerlo. Está prerrogativa constituye mi poder político. Al igual que  otros agentes  productores, yo   puedo, si la situación lo exige, presionar a la sociedad  con mi producción  (huelga  de nacimientos)

2) Yo  hare un niño  si considero que  la sociedad, en la cual  nacerá,  me conviene. Y  si esta  misma sociedad  no  hace de mi una  esclava de este niño, su  nodriza, su sirvienta, su cabeza de Turco.

3) Yo  asumiré la responsabilidad de concebir un niño si este es mi deseo, y si esta  sociedad  me conviene a mí como a él. Es decir una sociedad sin riesgos de guerras y  sin  trabajo esclavizador.

(Gisele Halimi, activista franco tunesina)

No  a la libertad vigilada
El debate sobre el aborto que tiene lugar, actualmente, ignora a sus principales interesadas, las mujeres. Establecer si la ley debe ser liberalizada; determinar en qué casos el aborto puede ser autorizado, o el problema del aborto terapéutico, todos estos temas son sin ningún interés para nosotras. Está temática no nos concierne en nada.

El aborto terapéutico exige una “buena “razón para obtener el “permiso” de abortar. Esto significa que debemos merecer el derecho de no tener niños. Al igual que antes seguimos siendo desposeídas de nuestro derecho a dar la vida o no. Obligar a una mujer a ser madre seguiría siendo un principio legítimo. Establecer algunas excepciones a esta regla no haría más que  reforzar esta legislación. Esta nueva  ley, por muy liberal que está sea, continuaría  ocupándose de  nuestro cuerpo. Ahora  bien, el uso de nuestro cuerpo no debe ser reglamentado en absoluto. Nunca  aceptaremos excepciones; restos de lo que los otros seres  humanos disfrutan  desde su nacimiento: la libertad de hacer uso de su cuerpo  a su antojo.

En nuestra calidad  de mujeres nos oponemos a la ley Peyret. Al denominado proyecto  A.N.E. Ha, así como a cualquier  ley  que pretenda, de  alguna manera u  otra, regular nuestros cuerpos. No queremos que se promulgue una ley  más ventajosa para nosotras. Queremos  simplemente  que no haya  ley.  No pedimos   la caridad, pedimos simplemente justicia. Somos  27000000  en este país. 27 000000  ‘ciudadanas” que hoy en día son  tratadas  como  ganado.

A los fascistas, cualquiera sea su pelaje ,les decimos ( aquellos  que lo  reivindican  y nos agreden físicamente, católicos , integristas, demógrafos, médicos, expertos, juristas, “hombres responsables”,  a Debré, Peyret, Lejeune, Pompidou , Chauchard,  el Papa) que  a partir de ahora están desenmascarados.  Que son unos asesinos  y que por lo tanto les prohibimos terminantemente  utilizar el término “respeto  a la vida”. Está es una obscenidad  en sus bocas. Somos  27000000 y  lucharemos  hasta el final para  lograr lo que se nos debe: poder disponer libremente  de nuestros cuerpos.

(Marguerite Duras y Madeleine Renaud, en 1965.  ©Hulton Archives /Getty Images)

LOS DIEZ  MANDAMIENTOS DEL  ESTADO BURGUES
Feto  en lugar  del  ser humano elegirás  cuando  este Ser es una  hembra.
Mujer nunca deberá abortar, sobre todo si Debré reclama 100 millones de  franceses.
100  millones  de franceses tendrás, a condición  de que estos no te cuesten  nada.
Sumamente severo será con todas  aquellas hembras pobres que no pueden darse el lujo de  ir a abortar a  Inglaterra.

Siempre mantendrás un  margen de  desempleo, a fin de complacer  los deseos de  los capitalistas.
Muy moralista serás, Sólo Dios  sabe lo que  “nuestras “mujeres harían si  por ventura  fueran   libres.
Fetos tu preservaras.  Resulta  más rentable  matarlos a los 18 años,  cuando  hacen el servicio militar.
Necesidad de estos últimos siempre tendrás, porque tu política imperialista proseguirás .
En cuanto a ti: contracepción utilizaras,  así los  pocos  hijos que tendrás,  podrán   matricularse  en  las escuelas  de elite. Y  también  porque  sólo dispondrás de un departamento  de diez  habitaciones.
En lo que  respecta  a los  otros  individuos, la pastilla anticonceptiva  denigraras siempre. ¡Porque no faltaba más!

Referencias
El  Manifiesto de las 343 fue  redactado por Simone  de Beauvoir, y  publicado   en el  Nouvel Observateur  N°  334  del  5 de  abril  de  1971 . Entre las firmantes  se destacan personalidades como ,ademas de Simone de Beauvoir, ,Catherine DeneuveMarguerite Duras,  Gisèle HalimiBernadette Lafont, , Ariane Mnouchkine,  Jeanne Moreau,  Marie-France PisierFrançoise Sagan,  Agnès Varda

El Movimiento  de Liberación de la Mujer así  como otras  organizaciones feministas suscribieron también a este  manifiesto. Una  ley, autorizando el aborto libre y gratuito , termino siendo promulgada en  el año 1975.  La denominada  ley  Veil, en referencia  a Simone  Veil, ministra  de  Salud  de  Valery  Giscard d’Estaing.

Fuente: El Ciudadano/Traducción de Georges Aguayo, escritor chileno residente  en Francia  (RIL editores)


ALGO DE HISTORIA SOBRE LAS "GUARRAS" Y SINVERGÜENZAS QUE RECLAMARON EL ABORTO EN EUROPA



Derecho al aborto: el Manifiesto de las 343 salopes
Personalidades francesas reclamaron la libertad reproductiva en 1971
En pleno debate sobre el aborto, tanto en España como en varios países latinoamericanos, es interesante echar la vista atrás y recordar una de las protestas pacíficas más destacadas en defensa de los derechos reproductivos.

Publicado el 5 de abril de 1971 en la revista francesa 'Le Nouvel Observateur', el llamado 'Manifiesto de las 343' fue redactado por Simone de Beauvoir y firmado por 343 mujeres de la política, la cultura y distintas áreas de la sociedad francesa como la escritora Marguerite Duras, la abogada Gisèle Halimi o las cineastas Françoise Sagan, Jeanne Moreau y Agnes Vardà.

La iniciativa fue idea de la periodista francesa Jeanne Moreau  y se conoce también como 'Manifiesto de las 343 salopes (que se traduciría al español como guarras)', sobrenombre que le puso el dibujante de caricaturas Cabu en el semanario satírico Charlie Hebdo.

El feminismo tras 'mayo del 68'
En aquel momento, el aborto era aún un delito en Francia, con incluso penas de prisión, y muchas mujeres viajaban a Reino Unido o Suiza para interrumpir su embarazo en clínicas clandestinas. El Movimiento de Liberación Femenina (Mouvement de Libération des Femmes, MLF) había hermanado a estadounidenses y francesas tras las revueltas de Mayo del 68 y los derechos reproductivos se convirtieron en uno de los asuntos fundamentales de sus reivindicaciones.

En ese caldo de cultivo, el feminismo francés se hizo fuerte y el 26 agosto de 1970 tuvo lugar una de sus acciones más populares: doce integrantes del MLF fueron arrestadas tras depositar una corona en homenaje a "la mujer del soldado desconocido" en el Arco del Triunfo de París. En la pancarta podía leerse:
"Hay alguien más desconocido que el soldado desconocido: su esposa". ("Il y a plus inconnu que le soldat inconnu, sa femme".)

Pronto, las manifestaciones y 'performance' para alertar sobre los patrones de belleza, la violencia machista o la igualdad en el trabajo se intensificaron y, en este contexto, se impulsó la publicación de un escrito para mostrar a la sociedad la realidad del aborto. En ese momento, dos terceras partes de los franceses y francesas estaban a favor de que se despenalizase, según Le Nouvel Observateur.

Repercusión internacional
En el Manifiesto de las 343, las firmantes se 'autoinculpaban' de haber abortado, aún a riesgo de ser encarceladas con ello. Mediante esta 'confesión pública' reclamaban el aborto libre y gratuito así como el acceso universal a los métodos anticonceptivos. Este es el inicio del texto:
"Un millón de mujeres aborta cada año en Francia./ Lo hacen en condiciones peligrosas debido a la clandestinidad a las que se las condena, mientras que esta operación, realizada bajo supervisión médica, es muy sencilla./ Se sume en el silencio a estos millones de mujeres. / Declaro que soy una de ellas. Declaro que he abortado. / Del mismo modo que reclamamos el libre acceso a los anticonceptivos, exigimos aborto libre".

Este acto de 'desobediencia civil' provocó un encendido debate, con el diario Le Monde en contra, y tuvo una enorme repercusión internacional en Europa, Estados Unidos o Japón. Así, la feminista alemana Alice Schwarzer puso en marcha una iniciativa similar encabezada por la actriz Romy Schneider en el semanario Stern y, dos años más parte, más de 300 médicos franceses realizaron otra recogida de firmas. Esta iniciativa y el juicio Bobigny (a una menor, por haber abortado en un caso de violación) contribuyó a que en 1975 comenzaran las reformas en el Elíseo para permitir a las mujeres decidir sobre su maternidad, en un principio durante las primeras diez semanas del embarazo. 

¿Y ahora?
Desde 2001, la ley de plazos francesa permite abortar hasta la semana 14 en cualquier supuesto, todo un avance para las mujeres francesas, que vieron reconocido su derecho al voto en 1944; el derecho a trabajar libremente en 1965 y el derecho a la anticoncepción en 1969, en una época en la que la 'píldora' se convirtió en un símbolo de la libertad sexual.